Carta a mis pacientes con COVID.19
Querido paciente:
Aunque no lo parezca se me da mejor expresar mis sentimientos escribiendo que hablando, es por ello por lo que me he atrevido a escribirte esta carta y abrir mis pensamientos a tu persona.
Sé muchas cosas de ti que nadie más sabe y no tengo una bola de cristal delante. Simplemente soy tu enfermera, la que vela por ti cada turno, la que se sacrifica en esos trajes “espaciales” para que tú estés lo mejor posible.
Este tema aterroriza, lo sé, es normal que tengas miedo, esta enfermedad ha llegado cual tornado, propagándose y destruyendo todo aquello que más amamos: nuestra familia, nuestra salud. El hecho de tener que estar separados de ellos, nos da más miedo aun si cabe, a ti y a todos, estés o no en el hospital. No obstante, has de saber que ellos también temen del no saber qué pasará, de cuando te volverán a ver, de cuando recuperarán su rutina. Pero tranquilo, el miedo siempre está presente, aprendamos a controlarlo y no entrar en pánico, para que todo esto pase lo antes posible. Para ello evita el exceso de información, concéntrate en mejorar y permite que te cuidemos, ayudándonos en la medida que esté en tu mano.
Intentemos luchar juntos, apóyate en mi tanto como necesites. No pierdas el contacto con tus seres, es fundamental que te comuniques y expreses aquello que sientes para que recuperes por completo tu salud. Necesito que luches como nunca antes lo has hecho, demuestra tu capacidad de superación, intentemos pasar esta tormenta juntos, para cuando llegue la calma podamos celebrarlo por todo lo alto y todo que en un … ¿Te acuerdas cuando…? Recuerda cada experiencia en la vida te hace ser quién eres.
“Y una vez que la tormenta termine, no recordarás como lo lograste, como sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entro en ella. De eso se trata esta tormenta”
-Haruki Murakami
Así que querido paciente si pudieras leer este relato quisiera decirte que seguiré arriesgando mi salud por ti, que te cuidaré una y tantas veces haga falta, no digas “no te llamé por no molestar”. No molestas, estás enfermo y necesitas cuidados. Si tú pudieras hacerlo sólo no avisarías. Ten paciencia para ciertas cosas que no sean importantes. Por lo pronto, intentamos hacerlo lo mejor que sabemos, con la esperanza de que los que están por encima nuestra, nos envíen refuerzos y ayudas que nos faciliten la tarea de cuidarte.
Te envío ánimos desde el otro lado del cristal. Nos vemos en el campo de batalla. Fuerza.
Fdo.Tu enfermera.